Hoy no vamos a hablar de verdades y mentiras estrictamente hablando, pero sí de hipocresías y medias verdades.
Esta semana Igualdad Animal, en un afán de conseguir notoriedad y visitas a su web, ha indicado que ha entregado 580.000 firmas a la embajada China para evitar que se comercialice con perros y gatos para el consumo en este país.
Esto para ponerlo en perspectiva, es como si entregasen en India 1.000 firmas para que en España no se comercialice la carne de vaca (¿creéis que serviría de algo?)
Por lo que la campaña, aparte de conseguir publicidad para su organización (la portada de su web pide dinero por todas partes) no creo que espere conseguir nada más. Pero es que además una ONG que se llama Igualdad Animal, ¿como puede diferenciar entre unos aninales y otros? ¿Por qué China no puede comercializar con perros y gatos pero sí con conejos, cerdos, vacas o cabras?
Supongo que te imaginas la respuesta, y si no aquí estamos para aclararlo. Los perros y gatos nos dan pena, están muy humanizados, no queremos que les pase nada y nos aborrece la idea de matar a uno para comer. Y eso no deja de ser una hipocresía comparando con otros animales para los que miramos a otro lado.
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